‘Vengadores: Endgame’ tiene muy clara su condición de batalla elegíaca de la franquicia, de culminación y punto y aparte para una era. ‘Endgame’ se toma las cosas muy en serio (demasiado, dirá algún crítico), y por eso no funciona como la fiesta para fans que sí eran películas más ligeras de las tres primeras fases del MCU. Pero sin una buena sartenada de huevos de pascua y guiños para lectores con callo, esto no sería una película de Marvel Studios.
La prueba más clara de esta gravedad está en la (casi) desaparición de secuencias post-créditos, pero también en la naturaleza de esos inevitables guiños a la concurrencia. Esta vez vienen, en su mayoría, cargados de significado: hacen referencia a comics e historias de los héroes que complementan y amplían la historia de las Piedras del Infinito, y también sirven para acentuar la estructura en espejo de estas tres primeras fases. Además de los chistes y codazo-codazo habituales.
Vamos a repasar algunos de los regalos secretos más destacados. Por supuesto, ESTE ARTÍCULO REBOSA SPOILERS, adéntrate solo bajo tu propia responsabilidad. Liquidemos la Fase 3 exprimiendo al máximo el estreno del momento.
Estructura en espejo
Hay múltiples momentos, frases, situaciones en ‘Endgame’ que funcionan como un reflejo, a menudo irónico, de algo que sucedió en otro momento de la saga. El más claro y significativo es Tony Stark diciendo ‘I am Iron Man’ antes de chasquear los dedos en frente a Thanos, y que retrotrae al final de ‘Iron Man’ y al de ‘Iron Man 3’, cada uno de ellos una reivindicación de identidad con distintos matices por parte del personaje más complejo del MCU. Por supuesto, la placa con la “prueba de que Tony Stark tiene corazón” que sale en su funeral es el regalo que le hizo Pepper en la primera ‘Iron Man’. Y también puede entenderse como un espejo el sonido de un martillo golpeando metal tras los créditos de ‘Endgame’: el círculo se cierra con un recuerdo de la construcción de la primera armadura.
Más: las primeras palabras de El Halcón al reaparecer en ‘Endgame’ son “A tu izquierda”, que es lo mismo que le decía Steve Rogers a él cuando lo adelantaba haciendo running al principio de ‘Soldado de invierno’. Y el climático momento en el que el Capitán América porta el martillo de Thor es una réplica de un momento vivido con anterioridad en ‘La era de Ultron’, donde (con la salvedad de La Visión), era el único miembro de Los Vengadores que casi lograba moverlo de su sitio. Finalmente, está la frase “Podría hacer esto todo el día”, que se pronuncia en ‘El primer Vengador’, se repite en ‘Civil War’ y reaparece, de modo casi paródico, en ‘Endgame’.
Capitana Marvel y la nave de Thanos
El momento en el que la Capitana Marvel troncha el crucero estelar de Thanos, atravesándolo de parte a parte es similar a lo que hacía el Vigía durante los eventos de la macrosaga ‘Asedio’ en Asgard, publicado originariamente en 2010.
Black Panther y el Guantelete del Infinito
En el combate final unos cuantos héroes juegan al rugby con el guante y las Piedras del Infinito. Uno de los que lo llevan a cuestas, junto a Spider-Man, es Black Panther, que en los comics llegó a enfundárselo. Se produjo en la saga conocida como ‘Secret Wars’, una de las influencias clave para estas tres primeras fases del MCU.
El viejo Steve
No es una idea nueva de ‘Endgame’. En los comics, el suero de supersoldado empezó a corromperse en las venas de Steve Rogersdespués de su enfrentamiento con un enemigo llamado Clavo de Hierro que eliminó las cualidades de la sustancia. Esto le hizo envejecer a toda velocidad hasta los noventa años. Por cierto, que en los comics, Halcón ya fue el Capitán América cuando se produjo este envejecimiento acelerado. También han sujetado el escudo en distintos momentos de la historia del personaje Bucky (cómo no), Scott Summers, Danielle Cage y Shannon Carter.
Los dos Steve Rogers
Uno de los mejores momentos de ‘Endgame’, el encuentro de los dos Steve Rogers, es una referencia a una de las cuestiones más peculiares del universo Marvel principal en los comics. El otro Steve Rogers en papel es el Comandante Supremo de la saga ‘Imperio Secreto’, que dio pie a ese meme hecho viñeta que es la del Capitán América diciendo “Hail Hydra”. Por cierto, cuando en ‘Endgame’ Steve Rogers suelta la frasecilla para permanecer oculto en un ascensor lleno de agentes de Hydra, es un claro guiño a una escena similar de ‘Capitán América: El Soldado de Invierno’.
Asgard fuera de Asgard
La ciudad costera de Nuevo Asgard, donde se reúnen los asgardianos supervivientes a las otras películas y ese Thor que claramente es un transunto del Nota de ‘El gran Lebowski’ (quizás el guiño más claro de todo ‘Endgame’) retrotrae a la Asgard flotante sobre Oklahoma después de los sucesos de ‘Ragnarok’ en los comics. En ella vivían también multitud de asgardianos supervivientes de una masacre. Por cierto, que este emplazamiento ya se adelantaba en una conversación que Thor y Odín tienen en una secuencia onírica de ‘El mundo oscuro’
‘Community’: historia de origen de los Russo
Los hermanos Russo rodaron sus primeras piezas como directores en la magnífica serie de culto de NBC ‘Community’, en episodios tan celebrados como el de una de las partidas de paintball. Hay dos cameos del reparto de la serie en ‘Endgame’: Ken Jeong como el guardia de seguridad que auxilia a Ant-Man, e Yvette Nicole Brown como la mujer que se encuentran Tony y Steve en un ascensor en uno de sus viajes al pasado. Por cierto, Joe Russo hace un cameo como una de las personas que hablan de la pérdida de un ser querido en la escena de la reunión del Capitán América con gente que sufre estrés post-traumático.
Guiños a los buenos tiempos
Mis favoritos, claro: pequeñas menciones a personajes de la Marvel de los ochenta para atrás, mucho menos abundantes que en otras películas del MCU. En el “robo en el tiempo”, se ve el primer casco con antenas de Ant-Man, en la mesa de trabajo de Hank Pym. También aparece el Jarvis de carne y hueso como chófer del padre de Tony Stark (ya se le vio en ‘Agente Carter’) en el viaje en el tiempo a los años setenta.
Nueva era, nuevos fans
En la pantalla de un ordenador se ve una partida de ‘Fortnite’. Se trata de un crossover entre Marvel y el millonario videojuego, del que los Russo son fans declarados. En contrapartida, se están organizando eventos relacionados con ‘Endgame’ en los servidores del videojuego.
Homenaje a los caídos
Cuando Scott Lang visita unas placas conmemorativas con nombres de gente desaparecida tras el chasquido de Thanos, hay algunos nombres familiares. Está el suyo propio y el de Roberto Da Costa, un miembro de los Nuevos Mutantes conocido como Mancha Solar.
Spider-Man: modo Instant Kill
El nuevo (y fugaz) modo de combate del traje de Spider-Man aparece por primera vez en ‘Endgame’. Ya lo vimos, o casi, en la estupenda ‘Spider-Man: Homecoming’, donde casi brota del traje de Peter Parker sin su permiso.
Natasha y el ballet
Cuando la Viuda Negra charla en un despacho de la base de los Vengadores con otros héroes a distancia, se pueden ver unas zapatillas de ballet. Es un claro guiño a sus orígenes como bailarina, que ya vimos en un flashback en ‘La era de Ultron’.
El culo de América
Los chistes que se hacen con el trasero del Capitán América no salen de la nada. Después de ‘El primer Vengador’, Internet se llenó de cuentas de twitter y usuarios de Tumblr que cantaron las (justas) alabanzas del trasero de Steve Rogers. Es una buena manera de cerrar el, ahem, círculo.
Nuevas generaciones
Hay unos cuantos jóvenes, posibles futuros héroes, en distintos momentos de la película. La hija de Ojo de Halcón ha heredado la habilidad de su padre con el arco y las flechas. En los comics recibe el mismo nombre de Clint y forma parte de los Jóvenes Vengadores. También en los Jóvenes Vengadores está Estatura, la hija de Scott Lang, ya convertida aquí en adolescente. Y finalmente, el niño en el funeral de Tony Stark es Harley Keener, el chaval de la fenomenal ‘Iron Man 3’. Hay rumores de que podría encarnar a Iron Lad, un personaje de los comics (con otro nombre) que se construye su propio traje de Iron Man y se une a los Jóvenes Vengadores, que ya son demasiadas casualidades como para no pensar en la cuarta fase.