Que nos gusta más una película de terror que cualquier otro género es algo que aquí en Elle tenemos muy comprobado. Algunos de nuestros temas más vistos de los últimos tiempos pasan por ser el de películas de terror de Netflix, el de películas de terror de HBO o la reciente serie de misterio ‘No hables con extraños’, también de Netflix.
Si ya el contenido tiene una dosis de ‘true crime’, si está inspirado en un caso real, pues ya lo tenemos todo hecho. Y eso parece que es lo que ha sucedido con ‘Chicas perdidas’, el último pelotazo de Netflix que está arrasando desde hace unos días en su plataforma. Desde su estreno, el pasado viernes 13 de marzo, se ha posicionado como la película más vista de Netflix.
¿Qué es? ¿Qué cuenta? ¿Qué tiene para que en pocos días un ‘true crime’ haya logrado ser el filme más visto de Netflix y sin necesidad de recurrir a virus, contagios, armaggedones ni zombis apocalípticos? Para empezar, os dejamos el tráiler oficial con subtítulos para que os hagáis una idea de ‘Chicas perdidas’
Según la sinopsis oficial, “cuando la hija de 24 años de Mari Gilbert desaparece, la falta de acción policial impulsa su propia investigación sobre la comunidad de Long Island, donde se vio por última vez a la joven Shannan. Su búsqueda acaba descubriendo el caso de más de una docena de trabajadoras sexuales asesinadas que Mari no dejará que el mundo olvide”.
El filme fue seleccionado para el pasado Festival de Cine de Sundance de 2020 y uno de los aspectos más relevantes que la directora, Liz Garbus (realizadora también del documental sobre la vida de Nina Simone, ‘What happened, Miss Simone?’), ha querido otorgarle es el respeto por las mujeres, un cierto punto de vista feminista.
“Que no olviden a las mujeres”, dice la madre de la desaparecida, en una clara alusión a que las féminas son siempre las más débiles ante los crímenes y ante la pasividad policial. Y también nos permite una polémica reflexión: ¿qué es y qué no es ser una buena madre? Sobre esto hay mucho que hablar, y las mujeres nunca nos pondremos de acuerdo.
Además, el filme no solo se centra en el rescate de la desaparecida, sino que hace un completo análisis social del estatus de la madre y de las dos hermanas, una familia con muchas dificultades económicas a la que la policía parece no entender cuando van a reclamar la búsqueda de su ser querido. ¿Será que no les hacen caso precisamente por pertenecer a una clase social más baja?
El éxito de la película reside en un buen ritmo, en la dureza de lo que se presenta, el hecho de que esté inspirado en un caso real y en el juego metafórico del título, que habla no solo de chicas perdidas como sinónimo de desaparecidas, sino también aquellas que no cumplen las reglas de lo que se considera ‘normal’ y se las dan por perdidas.
El papel protagonista corre a cargo de Amy Ryan, nominada al Oscar a la Mejor actriz secundaria en 2008 por ‘Adiós, pequeña, adiós’. Las hermanas de la desaparecida son interpretadas por Thomasin McKenzie (‘Jojo Rabbit’), y Oona Laurence (‘El gran desmadre. Malas madres 2’), mientras que a Richard Dormer, el descreído policía, le da vida el siempre magnífico Gabriel Byrne, al que echábamos un poco de menos.PUBLICIDAD – SIGUE LEYENDO DEBAJO
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No esperes un final feliz en esta película -inspirada en un libro homónimo de Robert Kolker que fue ‘bestseller’ del ‘New York Times’-, de hecho, quizás el final no te agrade. Pero a lo largo del metraje agradecerás el respeto con el que se ha tocado el tema, la seriedad y la melancolía. ¡Qué duras son estas historias que resultan más terroríficas cuando son reales!