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El dinero, o la falta de este, puede ser una de las fuentes de estrés y preocupaciones más grandes que podemos llegar a tener en nuestra vida, sin embargo, rara vez más dinero resolverá este problema.
Contrario a lo que solemos pensar, tener más dinero, por si solo, no eliminará nuestras preocupaciones. Es muy común que pensemos: “si tan solo ganara el doble de lo que gano hoy, ya no tendría que preocuparme más por el dinero y todos mis problemas financieros se resolverían.” La realidad es que esto no es cierto, lo que si las eliminará es la educación financiera.
Por lo tanto, más dinero sin educación financiera no resolverá nuestros problemas, ni eliminará nuestras preocupaciones. Es solamente cuando nos educamos financieramente y entendemos algunas de las cosas que podemos hacer para proteger nuestras finanzas, cuando podemos empezar a reducir preocupaciones y mitigar riesgos que expongan a nuestra estabilidad financiera.
La importancia de la Educación Financiera
Este tipo de educación es el que te va a permitir encontrar los pasos a seguir para fortalecer tus finanzas y eliminar las fuentes de estrés financiero más grandes que pueden ocurrir. Y no, contrario a lo que podríamos pensar, tampoco necesitaremos millones de pesos para lograrlo.
Con educación financiera, una persona que gane por ejemplo; $20,000 al mes, podrá tener menos preocupaciones y establecer unas finanzas más robustas que una persona que gana $200,000 al mes, pero que sigue viviendo quincena a quincena —y si por alguna razón una quincena no llegara, sus finanzas se desestabilizarían.
Consejo 1: Ahorre para el futuro
Es importante que tenga en cuenta que no todo el dinero que gana lo debe destina a gastos y gustos personales. Es necesario tomar conciencia de la importancia de comenzar a ahorrar para cumplir metas de corto y mediano plazo y estar preparado para el futuro lejano. Aunque sólo pueda guardar un pequeño monto al principio, hágalo de una vez. No olvide que mientras más pronto empiece, más rápido crecerán sus ahorros.
Una vez que se decide empezar a hacerlo, se necesita decidir en dónde va a guardar el dinero y recuerde que «debajo del colchón» no es el lugar indicado. Elabore un presupuesto Si desea cuidar el dinero, necesita vivir bien dentro de sus posibilidades, esto significa que debe gastar lo necesario, siempre tomando en cuenta sus posibilidades adquisitivas para no rebasarlas. Gastar más de lo que puedes pagar frecuentemente provoca angustia al no poder cumplir con los compromisos financieros.
Consejo 2: Planee lo inesperado y lo esperado
A medida que pasa el tiempo se adquieren más responsabilidades para las cuales es necesario anticipar y planificar, con el fin de enfrentar aquellos sucesos de la vida que pasarán en algún momento, tales como el alquiler o compra de una vivienda, la compra de un auto, el matrimonio o la llegada de un hijo. También es importante estar preparado para lo que el futuro pueda traer y para esos grandes acontecimientos del año que ya se sabe que ocurrirán, así como para aquello que inesperadamente pueda suceder requiere de un respaldo financiero disponible que solo se logra con disciplina financiera.
Todos estos ejemplos, y algunas otras situaciones que puedas imaginar, son cosas que un pequeño fondo —con algunos meses de nuestros gastos— no podrá enfrentar solo. ¡Pero no hace falta que tengamos todo el dinero necesario para hacerle frente a estas situaciones! Debido a que afortunadamente son escenarios poco comunes, tenemos la posibilidad de acceder a estas protecciones por montos muy accesibles —en comparación de los montos exorbitantes que podrías tener que desembolsar en alguna de esas situaciones.
Por lo tanto, si queremos empezar a protegernos de escenarios donde podamos ser hospitalizados, o donde nuestras pertenencias sean robadas, entonces debemos empezar a considerar seguros —digamos que como una extensión a nuestro fondo de emergencias.
Por supuesto, estos seguros no son gratis (aunque como hemos mencionado, si son mucho más económicos que lo que tendríamos que desembolsar en alguno de los escenarios de los que nos están protegiendo). Por lo tanto, debemos incluir estos seguros en nuestro presupuesto mensual.
Además, debes considerar que los seguros podrían tener tanto coaseguros como deducibles. Estos son pagos que debemos hacer a la aseguradora cuando esta tiene que cubrir los gastos por los que nos esta protegiendo.
Consejo 3: Orden y disciplina
Para alcanzar una vida financiera saludable, tal como en tantos otros aspectos de la vida, se requieren dos elementos primordiales: orden y disciplina. Esto no quiere decir que hay que tener un control obsesivo sobre todos los gastos y vivir con temor ante el riesgo. Simplemente se trata de conocer el día a día de los ingresos y los gastos para conocer su situación financiera real y poder planear el futuro con mayor comodidad.
Consejo 4: Elimine deudas
Estar endeudado sin tener posibilidades de pagar lo adeudado es una de las sensaciones más angustiantes que se puede experimentar en la vida financiera. Lo mejor es confrontar el problema y diseñar una estrategia para tener el control de sus deudas y evitar moras, cobros jurídicos y reportes negativos en centrales de riesgo. Cuando su deuda rebosa su capacidad de pago, siga los siguientes pasos: reconocer que existe una deuda, conocer la deuda (a quién, cuánto y por qué debe), contarle su situación al acreedor, controlar sus gastos y buscar fuentes de ingreso adicionales.
Conclusión
Con estos 4 consejos completos, independientemente de tus ingresos mensuales, tus finanzas serán mucho más robustas, lo que te permitirá de forma más eficiente crecer tu patrimonio a través de tus inversiones, asegurar tu futuro a través de tu planeación para el retiro, e incluso hacer lo que te gusta a través de la búsqueda de un mejor trabajo, todo sin tantas preocupaciones financieras.
