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La ruleta tal como la conocemos en la actualidad es un juego de azar que se inventó, aproximadamente, en el siglo XVIII, a partir de una máquina que creó Blaise Pascal. Aunque se supone que existen versiones que datan desde la Edad Media tardía, cuando se utilizaban pequeñas ruedas (de ahí proviene su nombre en francés, roulette) para definir uno de los elementos que se incluían dentro de esta rueda.
Las formas circulares tienen un valor ritual y sagrado desde los inicios de la historia. Por lo que es probable que hubieran existido elementos semejantes a ruedas de la fortuna o ruedas rituales para determinar los designios de los dioses. Pero estas tradiciones se perdieron con el transcurso del tiempo. Las formas en las que perduraron fueron en el Tarot, conocido como parte de los Arcanos Mayores.
Cómo se configura la ruleta moderna y cómo se puede aprovechar
Como ya lo mencionamos, la ruleta moderna está diseñada a partir de una máquina de Blaise Pascal que intentaba generar un movimiento ilimitado. Su disposición de 36 partes con un número y un color asignado (sin el cero) se estima que corresponde a un número de la tradición sagrada que establece que, al sumar los primeros 36 números, se obtiene 666.
Más tarde, en 1842, los hermanos Blanc introdujeron este juego en el Casino de Montecarlo y le agregaron el número 0, por lo que, a partir de ese punto, se dividían los resultados entre las 37 posibilidades. Si se acierta un número específico, se obtiene una ganancia de 36 veces lo apostado.
A su vez, cada número de la ruleta tiene un color asignado, rojo o negro. Estos casilleros están alternados entre sí, con un predominio de cantidad de números negros. De esta manera, se puede apostar también a un color específico.
Formas de apostar
En este punto se complejiza mucho más la forma de comprender la ruleta, ya que se pueden realizar varias configuraciones y disposiciones de fichas a fin de obtener un rendimiento mucho más alto. Pero tampoco existen reglas determinadas de modo formal para ganar, ya que, al tratarse de un juego de azar, los parámetros que definen el resultado que puede obtenerse son indeterminables.
El primer punto que se debe tener en cuenta es a cuántos resultados se puede apostar. Si bien mientras más resultados posibles apostemos menor será la ganancia, también será menor el riesgo, ya que hay más oportunidades de ganar.
- Suertes sencillas: se pueden obtener 18 resultados con una ganancia de 1 a 1
- Columnas o docenas (a los bordes del tablero): se pueden obtener 12 resultados posibles, con una ganancia de 2 a 1
- Media docena: solo seis números posibles con una ganancia de 5 a 1
- Cuadro: solo 4 números posibles con una ganancia de 8 a 1
- Transversal (apuestas más complejas), con solo 3 resultados posibles, pero con una ganancia de 11 a 1
- Caballo o semipleno: una de las apuestas más jugadas, pero también más populares por su beneficio, con dos resultados posibles y una ganancia de 17 a 1
- Pleno: solo se puede obtener un número como resultado, con una ganancia de 35 a 1
La revolución de los nuevos medios tecnológicos
Con el surgimiento de nuevos medios tecnológicos y de nuevas formas de aprovechar los recursos que ofrecen los dispositivos electrónicos e internet, hay muchas nuevas alternativas que son realmente interesantes. Una de estas alternativas es, por ejemplo, la ruleta de las emociones, en la que se puede desarrollar un nuevo método de juego.
A su vez, con novedosos juegos como la ruleta de las emociones, se pueden desarrollar nuevas técnicas de apuesta diferentes. Aunque siempre se debe tener en cuenta que, por ser juegos de azar, no se rigen por reglas estrictas, sino que dependen de factores indeterminables que pueden resultar de forma inesperada, por lo que no resultan útil ni la probabilística ni otras áreas más específicas.
Por lo tanto, en conclusión, se puede determinar que existen muchas maneras de jugar a la ruleta y, en última instancia, esto depende de la suerte del jugador. Sin embargo, es fundamental saber cómo se definen las apuestas y cuáles son las probabilidades en cada caso, a fin de poder tener un control mayor sobre estos factores.
