Mark Gurman ha querido hacer un último comentario de rumores de Apple antes de empezar el fin de semana previo a la WWDC20. Desde Bloomberg, el editor afirma que los planes de la compañía para entrar en el mercado de la realidad virtual y aumentada han cambiado debido a discrepancias internas de los equipos.
La fuente revela que Apple lleva años metida en el proyecto para crear un casco y/o unas gafas de realidad virtual y aumentada, pero que el antes responsable de diseño Jonathan Ive tenía discrepancias serias con su diseño y pedía que Apple hiciese «un cambio de rumbo» con el producto.
Más potencia y realismo o más independencia
El equipo responsable de diseñar los productos de realidad virtual y aumentada de Apple se compone de más de 1.000 personas, capitaneadas por Mike Rockwell quien lleva inmerso en el proyecto desde 2015 (recordemos que Apple lleva tiempo invirtiendo sumas de dinero récord en investigación y desarrollo). Es un equipo que trabaja desde las oficinas de Sunnyvale y que goza de bastante independencia respecto al resto de proyectos de Apple, en un intento de frenar cualquier limitación. Entre sus primeras ideas figuraba un casco de realidad virtual/aumentada que fuera lo más potente posible, pero emitía demasiado calor cuando se usaba.
La solución pasaba por separar la unidad de procesamiento de datos en un dispositivo aparte, lo que no gustó nada a Jonathan Ive. El directivo defendía unas gafas completamente autónomas aunque fueran menos potentes, mientras que Rockwell quería llevar la potencia de las gafas completas a las tiendas como fuera para revolucionar el mercado y tumbar a toda la competencia. Al parecer las discusiones duraron meses.
La decisión final la tomó Tim Cook, y supuestamente consiste en la fabricación de unas gafas autónomas que no van a tener tanta potencia como a la que aspiraba Rockwell, pero aún así será un «dispositivo muy avanzado» con pantallas de una resolución altísima que «harían que un usuario no diferenciara el mundo virtual del real«. Contarían con un sistema de altavoces de calidad cinematográfica que ha sorprendido a quienes ya han probado algunos prototipos, según parece. De hecho, eso fue usado por Ive como otro argumento: no quería que un producto de Apple sacara a los usuarios del mundo real (me viene a la cabeza el argumento de ‘Ready Player One’).
En cuanto a la alternativa de algo más potente con un producto separado, parece que la tecnología se habría aprovechado para el diseño de los chips ARM que usarán los Mac en detrimento de los procesadores Intel.
Gurman termina su artículo diciendo que Apple aún no está decidida sobre el diseño final de sus gafas, pero que de momento se parecen a unas Oculus Quest. En lo que sí hay decisiones firmes es en que las gafas tendrán su propia App Store, con el enfoque de jugar a juegos y reproducir series y películas. Los prototipos se controlan con un accesorio separado, aunque la idea es que se pueda hacer todo mediante órdenes a Siri. Ya hay ingenieros de la asistente trabajando en adaptar su interfaz para esas gafas, cuyo precio aún estaría en debate.