La imagen de Adele en la que muestra su increíble transformación física sigue generando numerosos comentarios, muchos de ellos no precisamente favorables. Por este motivo, Pete Geracimo, quien fuera su preparador físico muchos años, ha salido a la palestra para dar la cara por la cantante británica y acallar especulaciones sobre la dieta que ha seguido para obtener este resultado.
El preparador físico asegura que es «descorazonador» ver comentarios muy peyorativos tras la transformación de la que fuera su cliente y que, según ha manifestado en su perfil de Intagram, obedecen a la ignorancia del verdadero motivo que la ha llevado a perder peso, no ahora, sino a lo largo de los años: la salud.
«En mi experiencia de haber trabajado con ella en numerosos altibajos, ella ha sido la que ha marcado siempre su propio ritmo», dice el entrenador. Y muy taxativo concluye: «Nunca ha infravalorado el talento que le ha dado Dios para reducirse a mostrar carne». Geracimo mantiene además que «nunca ha pretendido ser lo que no era, lo que se ve es lo que hay. ¡Y a todos nos encanta!».
Su testimonio es muy valioso, porque ha sido mucho tiempo el que ha trabajado con la cantante para mantener su forma física: «Cuando Adele y yo comenzamos nuestro viaje, nunca pretendió quedarse muy delgada. Se trataba de estar sana, sobre todo después de dar a luz y su operación -se refiere a una intervención en las cuerdas vocales-. Cuando se lanzó el disco ’25’, teníamos que prepararla para una agotadora agenda de 13 meses».
«En esa época -continúa el entrenador- empezó a entrenarse y a cuidar la dieta. Como resultado de ello, perdió bastante peso y la gente se dio cuenta de ello. La transformación de su cuerpo saltó a los medios de comunicación. La atención que generó fue alucinante».
Ahora Pete no trabaja con Adele desde que se estableció en California (él sigue viviendo y prestando sus servicios en Londres), pero sí es muy consciente de cómo lo pasó la artista cuando se separó de su marido, Simon Konecki, en abril del año pasado y pidió el divorcio en septiembre: «Desde que se mudó a Los Ángeles, está muy bien documentado que ha atravesado algunos cambios personales duros. Es muy natural que ese cambio proceda de querer ser la mejor versión de ti misma».
También tiene muy claro que esta transformación no obedece a una estrategia promocional para el lanzamiento de su nuevo disco, que verá la luz en septiembre: «La metamorfosis no está destinada a vender más discos, la publicidad o para convertirse en un referente de nada. Lo está haciendo por ella y por Angelo (su hijo de siete años). Mi deseo es que la gente aprecie el duro trabajo que Adele ha hecho para mejorar, en beneficio suyo y de su familia, nada más. No perdió peso para hacer sentirse mal a otros. Esta transformación personal no tiene nada que ver ni contigo ni conmigo. Tiene que ver con Adele y cómo quiere vivir su vida. No ha cambiado respecto a la Adele con la que crecimos y a la que amamos».
Esta misma teoría es la que mantiene una fuente de la revista estadounidense ‘People’: «Llegó a un punto en el que no se sentía bien. Sentía que tenía que cambiar algo, porque quiere ser la madre más sana posible. Su centro de atención durante el proceso de la pérdida de peso ha estado en cómo podía estar más saludable y cómo tratar mejor a su cuerpo. El objetivo no era perder peso».