En este libro –cuyo título original, más ajustado a lo que nos encontramos es “Daisy Jones & The Six”– se nos relata la trayectoria de una banda de rock ficticia. Conoceros su origen, su trabajoso ascenso al estrellato y, por supuesto, su fin. Obviamente, habrá buenas dosis de rivalidades personales, luchas de egos, larguísimas y turbulentas giras como las que nos narraba “Almost Famous” de Cameron Crowe, bastante sexo y, sobre todo, drogas, muchísimas drogas. No podíamos esperar menos de una novela situada en el periodo clásico del rock & roll.
Mediados de los sesenta. Estamos en plena explosión de la Contracultura. El rock ha alcanzado su máximo auge. Daisy Jones es una hija de Los Angeles, una chica rica, guapa e inteligente, cuyos padres la ignoran completamente, lo que le permite introducirse en el torbellino enloquecido que por aquel entonces es la legendaria escena musical de la ciudad.
Se la podría tomar como una groupie cualquiera, pero el hecho es que tiene talento y está decidida a componer y cantar sus propias canciones cueste lo que le cueste. Muy lejos de allí, dos hermanos de una familia de clase trabajadora, Billy y Graham, forman una banda que, tras la incorporación de otros miembros, se convertirá en The Six.
No lo tendrán fácil: empezarán tocando en bodas, imitando a Elvis, Bob Dylan o The Beatles, haciendo de teloneros a conjuntos más famosos, pero seguirán adelante. En principio, no tienen demasiado en común, excepto la música. Pero la música es una fuerza capaz de arrollarlo todo, y de unir a los individuos más diversos.
“Todos quieren a Daisy Jones” es, a pesar de su título, una novela coral, algo remarcado incluso por su estructura, que imita uno de los subgéneros más en boga en la no ficción: la historia oral, es decir, ese tipo de libros en donde se reconstruye la realidad a partir de un mosaico de testimonios, a veces más o menos contradictorios, producto en teoría de muchísimas horas de entrevista. Esto es, sin duda, el principal acierto de la autora, y lo que la convierte en una obra tremendamente adictiva: esa sensación de realidad, de hallarnos ante un auténtico documento de su época. Vemos cómo, a base de tiranteces, raptos de inspiración y vivencias cotidianas, se construyen las canciones que harán célebre a la banda. Los personajes, con el paso de los años, y con la creciente fama, evolucionan, cambian; antiguas fidelidades se angostan, y otras surgen de la nada. De hecho, hasta incluye las letras de la mayoría de las canciones que se nombran en un apéndice final.
En alguna entrevista, Taylor Jenkins Reid ha confesado que se ha inspirado en The Eagles para crear The Six, mientras que la turbadora Daisy Jones en un reflejo de Stevie Nicks. En cualquier caso, tras su lectura, es perfectamente comprensible el éxito que ha alcanzado esta novela y que no vayamos a tardar demasiado en verla convertida en una serie de televisión.