by Según datos de la UNESCO, tan solo el 3% de los graduados en carreras de tecnologías de la información y comunicación a nivel global son mujeres. ¿Qué pasa con las mujeres programadoras? ¿Es esta cifra una señal de algo? Evidentemente sí. La ausencia de las mujeres en el sector tecnológico es una realidad que plantea nuevos desafíos, pero también nuevas oportunidades en el mercado laboral. ¿Por qué? Entérate leyendo este artículo
La nueva revolución industrial
La llamada cuarta revolución industrial está en auge, y con ella una creciente demanda en el mercado. De acuerdo con el informe “Women in the Digital Age”, presentado por la Comisión Europea, la demanda de perfiles TIC aumenta velozmente y se sostiene que hasta 2020 se necesitarán 2.1 millones de nuevos empleos en sectores como la ingeniería y la computación. Pero ¿cómo está la mujer frente a esta oportunidad?
Si hablamos de un contexto local, la Encuesta de Población Activa en España (2T2017) da una perspectiva al respecto. De los estudiantes matriculados en informática en España entre 2016 y 2017, solo el 12% son mujeres, algo que asombra a más de uno. Las mujeres han desempeñado un papel fundamental en el desarrollo de la computación desde inicios del siglo XIX. Entonces, ¿por qué las mujeres programadoras son una minoría?
Por mucho tiempo ha existido el estereotipo de que los hombres son mejores en programación y robótica que las mujeres. Esta idea se ha extendido culturalmente desde que somos pequeños. Sin embargo, estudios han comprobado que no existen diferencias determinadas por el género en el aprendizaje. Ni tampoco en las habilidades o competencias en ámbitos como la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas.
A esto se suma la percepción general que se tiene de la profesión, que está directamente asociada con el género masculino, como sucede en Silicon Valley, en donde el 75% de los empleados son hombres.
El esfuerzo de las mujeres para desarrollarse como programadoras
Sin embargo, hoy en día mujeres desde diferentes rincones del mundo luchan por cambiar esta realidad con la creación de comunidades de mujeres desarrolladoras. Tal es el caso de R-Ladies Global, una organización mundial que promueve la diversidad de género en la comunidad Ry. En España cuenta con tres grupos activos conformados por profesionales y aficionadas que quieren aprender este lenguaje de programación en ciudades como Madrid, Valencia y Barcelona.
Otra iniciativa con una finalidad similar es Ladies That UX, un evento mensual organizado en más de treinta ciudades del mundo que promueve la visibilidad de las mujeres en el área de la experiencia de usuario mediante la divulgación de sus trabajos y la creación de espacios de networking. Algo similar es la labor de Inspiring Girls, una iniciativa dirigida por mujeres profesionales que inspiran a las niñas a aumentar su autoestima y ambición profesional. A través de visitas y charlas en las escuelas, les muestran a las niñas que ser mujer no es una limitación para desempeñar cualquier trabajo en el mundo; lo que sí importa es el esfuerzo dedicado a ello.
